La rehabilitación de la pasarela del Caminito del Rey
El antiguo Caminito del Rey había cumplido su cometido. Tras concluir las obras de los embalses, cumplió durante décadas como vía peatonal de los habitantes de la región. Su trazado se fue deteriorando, aunque su atractivo nunca dejó de existir. Escaladores y amantes de la aventura siguieron aceptado el reto de dominar sus escarpadas paredes. Se fue creando una leyenda oscura al haber fallecido alguno de aquellos intrépidos excursionistas intentado cruzar un Caminito del Rey cada vez más deteriorado e inseguro.
Aquel sendero colgado en el aire del Desfiladero de los Gaitanes, se hizo famoso como ‘el sendero más peligroso del mundo’. Sólo apto para los más atrevidos y expertos escaladores.
De manera responsable, la Junta de Andalucía decidió cerrar todos los accesos al Caminito del Rey. Ordenó incluso demoler el tramo de inicio, impidiendo el paso de los visitantes más arriesgados. Aquel significativo camino pegado a las rocas de los Gaitanes quedó clausurado en 1992.
Observar su recorrido a comienzos de los años noventa era evidente su deterioro. Las barandillas habían desaparecido, trozos de mortero habían caído al vacío, solo alguna que otra viga de soporte aún resistía. Hacia 2006, dado que el Caminito del Rey forma parte importante del patrimonio local, la Diputación provincial de Málaga pidió la colaboración de la Junta de Andalucía para que incluyera en sus presupuestos una partida para iniciar la rehabilitación del Caminito del Rey.
En enero de 2009 se publicó el concurso público la redacción del proyecto de rehabilitación. Se le asignó un presupuesto de 5 millones de euros. En medio de años difíciles por la crisis financiera mundial, finalmente se pudo comenzar las obras en 2014. Tras un año de labores quedó listo el ‘nuevo’ Caminito del Rey. Desde el 28 de marzo de 2015 está abierto al público.
Su puesta al día no terminó con las obras en sí. En mayo de 2017 se dotó de cobertura Wifi 4G a todo el trayecto del Caminito del Rey. Ya posee un centro de visitantes (se explica allí para qué sirvió el Caminito del Rey y su importancia para la zona) en el acceso Norte, con un punto de información y venta de objetos de recuerdo. Una cafetería, aseos y un aparcamiento dotado de 200 plazas para coches y diecisiete autobuses.
El proyecto de rehabilitación
Hay que recordar que el trazado del Caminito del Rey tuvo una alta dificultad desde el punto de vista de su construcción. Podemos recordar que en su origen, 1901, el suelo era de madera. No se encontraron obreros capaces de colgarse de aquello muros y trabajar suspendidos, por el riesgo que suponía. Fueron, no obstante, marineros malagueños, los que le dieron sostén a aquel caminillo de servicio. Acostumbrados a trabajar trepados a los obenques o colgados de los palos de trinquete, mayor o mesana de sus barcos, no les fue ajeno hacer lo propio atados a cuerdas desde lo más alto del acantilado de los Gaitanes.
El proyecto de rehabilitación fijó como norte del mismo nuevas y eficientes medidas de seguridad. Si se quería ponerlo en servicio como un recorrido turístico, tenía que garantizarse la más absoluta estabilidad y seguridad para los visitantes.
Respeto a la estética original
Asimismo, se decidió mantener en todo el trazado la mayor similitud con la estética original. Cosa que se ha logrado con creces. Se reforzaron, especialmente los tramos más deteriorados. Se puso atención en mantener los pequeños puentes, adecuándolos con materiales modernos. Se resalta así el llamado Cueva del Lobo, que era el enlace entre las vías del tren y el Caminito del Rey. Era la conexión para trasladar materiales y equipos desde allí a la presa del Guadalhorce (Rio de Trigo en árabe).
El proyecto de rehabilitación se cumplió en cinco fases. Era un requerimiento para facilitar y agilizar al máximo los trabajos. Se inició con el acceso al Desfiladero de los Gaitanes y el control de entrada a la ruta del Caminito del Rey. Se prosiguió con el tramo de pasarelas voladas; tras eso, el paso por el valle del Hoyo; el segundo paso de dichas pasarelas incluido el puente-acueducto de Ribera y, finalmente, la salida del sendero colgante hasta El Chorro.
Otra guía del proyecto rehabilitador fue el escrupuloso respeto al medioambiente, conservando también el aspecto decimonónico del original Caminito del Rey.
Helicópteros en vez de los marineros del siglo XX
En esta ocasión no fue necesario echar mano de los avezados marineros que, en los trabajos originales, colgaban de los muros de piedra cortadas verticalmente. En esta ocasión hubo que utilizar helicópteros especiales para el transporte de materiales. Ayudaron a retirar más de 20 toneladas de escombros.
Tras décadas de espera por su rehabilitación, fue posible debido a la notoria colaboración entre las instituciones públicas y la parte privada, la empresa malagueña Sando, para completar los trabajos en un tiempo récord.
Este ‘nuevo’ Caminito del Rey ha puesto de relieve la buena decisión política, ya que lo ha insertado, a nivel internacional, como una visita de alto prestigio en lo que se denomina el turismo activo y de naturaleza.
El visitante nacional o extranjero se inserta en un recorrido histórico, en contacto con un entorno único e impresionante. Este ‘nuevo’ Caminito del Rey, como lo fue el original de comienzos del siglo XX, continúa generando riqueza para la región y para toda la industria turística de Andalucía.
A un costo de algo más de 3 millones de euros y concluido en un año, según lo previsto. Sin duda, ha sido un revulsivo acertado, tanto por su capacidad de generar riqueza como por la puesta en servicio de lo que fue y de lo que se ha convertido como redescubrimiento tan singular y destacado por su ubicación única en el mundo.
Algunos datos técnicos de la rehabilitación
En la reconstrucción, donde en los tramos irrecuperables hubo que construir uno nuevo, se utilizaron un millón de piezas de metal; más de catorce kilómetros de cables metálicos; miles de traviesas de madera de pino conquense tratadas, para prolongar su vida útil y resistencia; miles de metros cuadrados de malla metálica como protección en las barandillas.
Cubriendo la totalidad del recorrido: 7,7 kilómetros, donde 4,8 corresponden a los accesos y casi 3 a las pasarelas del propio Caminito del Rey.
Allí está, se puede observar hoy con el indispensable asombro, la vieja infraestructura. Queda como testimonio de una época, hace ya más de un siglo, de unas obras de desarrollo hidroeléctrico, que cambiaron la faz de la provincia de Málaga y de Andalucía en general.
Se puede contemplar como una arqueología industrial, que ya supuso un gran respeto por el entorno donde clavaron esa pasarela de servicio. Como ayer, el impacto mínimo sobre el medio ambiente local, da una presencia al Caminito del Rey, aquel y éste, de una gran dignificación del sentir andaluz con ese entorno excepcional.
Un proyecto de rehabilitación premiado
En términos técnicos, esta recuperación del Caminito del Rey ha significado el acoplamiento del proyecto en sus vertientes de rehabilitación en el campo de la ingeniería y arquitectura; el medioambiental y de reordenación del territorio.
Esto, sin olvidar la organización para convertirlo en un poderoso atractivo turístico.
Poco antes de cumplirse un año de la inauguración de este ‘nuevo’ Caminito del Rey este proyecto rehabilitador fue premiado. El jurado ha destacado la capacidad y la visión de una intervención sobre un patrimonio físico e histórico, la integración al entorno guardando absoluto respeto al medio ambiente, incluso mejorándolo y la comprobación de haber rescatado ese emblemático lugar colocándolo de nuevo como referente del pasado y, ahora del futuro.
El galardón fue otorgado en la XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, categoría ‘Urbanismo, paisaje y ciudad’. El premio tiene el valor añadido al ser dado por los profesionales del sector.